Creo que todos conocen la historia de
Edipo Rey. La versión de Sofócles, es en la que Edipo se casa con su
madre Yocasta y cuando se enterade toda la verdad, esta se suicida al
instante y Edipo se ve repudiado por sus hijos y huye con su hija
Antigona, a los cuales maldice con que se mataran el uno al otro.
Existen otras versiones, una de las que más me gustan es la de las Fenicias de Euripides, donde Yocasta es el centro de la obra, y los acontecimientos discurren de distinta manera. Yocasta no muere al instante sino que en vez de anteponer su yo(reina), antepone su yo(madre) e intenta mediar en el conflicto entre sus dos hijos. Se dedíca a cuidar de sus hijos y de su marido ciego, aunque ya no viendo a Edipo como su marido, sino uniendole a el otro tipo de cariño. Al final Yocasta muere, pero debido a su fracaso como madre, viendo la situación en que Edipo se encuentra, ciego; y sobre todo el enfrentamiento y la muerte de su hijos.
También para Eurípides, Yocasta, al suicidarse, expresa su odio por Edipo, que no ha podido detener su cólera y devolver a su descendencia algo mejor de lo por él recibido.
La Yocasta de Sófocles, más reina que madre, parece regir su conducta por los mismo cánones que se aplican a Edipo: se da la justicia por su propia mano. Si decimos que prima su condición de reina sobre la de madre, es que aquí Yocasta atiende primordialmente a su papel público (el de reina) y desatiende su lugar como mujer.
Esta Yocasta no parece preocuparse por consolar a Edipo, ni tampoco la detiene el pensamiento de sus cuatro hijos. La identificación de Yocasta parece ser en este caso con un ieal “público” de virtud y justicia que le impide continuar viviendo, luego de haber cometido el crimen del incesto. Al mismo tiempo podemos decir que hay una “desidentificación” de su lugar de madre y esposa.
En cambio, para Eurípides, aquello que a Yocasta le resulta insoportable tolerar es que sus hijos se den recíprocamente la muerte, sin haberlos podido salvar de la maldición paterna.
La Yocasta de Eurípides se identifica con un ideal materno. Cuando se le repite la historia, deja de lado la pasividad para defender a los hijos. La función materna de conservación de la vida prevalece por encima de toda otra consideración. Podemos decir entonces que el ideal que defiende Yocasta tiene su anclaje en el sentimiento “privado” de misericordia.
Curiosamente, para ninguno de los dos autores, parece Edipo enojado con Yocasta, sino que se trata de una nefasta maldición de los dioses. Tampoco están los hijos enojados con Yocasta, pero sí lo están con Edipo. Parece claro que en ambas versiones es Edipo el transgresor por excelencia.
*****
Podríamos detectar en estas dos versiones del mito dos líneas de pensamiento:
- Una primera línea toma en cuenta el cumplimiento inexorable del oráculo trágico: Edipo ha cometido los dos crímenes primordiales -parricidio e incesto- y debe sufrir por ello, arrastrando a todos -Yocasta en primer término- en su castigo. Esta es la versión de Sófocles.
- Una segunda línea respondería a una vertiente que da al menos cabida a la esperanza: el oráculo se cumple y Edipo se revela incestuoso y parricida ; pero quizás la intervención de la figura femenina - Yocasta se suma su hija Antígona- pueda salvar a los descendientes de Edipo de la destrucción. Hay un intento de detener la inexorable tragedia.
Así los personajes de Eurípides parecen desdoblarse: son por una parte “juguetes del destino” y personajes movidos por hilos invisibles del drama inexorable; pero son también por otra parte personajes movidos por sus lealtades afectivas. En el caso de Yocasta, el amor por los hijos como sentimiento visceral prevalece por encima de la “razón de Estado” y también sobre la vergüenza que lleva a Yocasta al suicidio en el drama de Sófocles.
Yocasta, para Eurípides, es sobre todo una madre. Ha sobrevivido a la vergüenza por lo sufrido con Edipo, ahora se trata de salvar a sus hijos. Si puede salvar a sus hijos, si puede detener el combate, quizás pudiera revertirse la suerte. Pero los dioses han sido adversos: Yocasta llega tarde, los hijos agonizan, Y Yocasta se da muerte con la misma espada que ha causado la muerte de sus hijos.
Creo que merece la pena leer esta versión, distinta y no menos interesante....
Existen otras versiones, una de las que más me gustan es la de las Fenicias de Euripides, donde Yocasta es el centro de la obra, y los acontecimientos discurren de distinta manera. Yocasta no muere al instante sino que en vez de anteponer su yo(reina), antepone su yo(madre) e intenta mediar en el conflicto entre sus dos hijos. Se dedíca a cuidar de sus hijos y de su marido ciego, aunque ya no viendo a Edipo como su marido, sino uniendole a el otro tipo de cariño. Al final Yocasta muere, pero debido a su fracaso como madre, viendo la situación en que Edipo se encuentra, ciego; y sobre todo el enfrentamiento y la muerte de su hijos.
También para Eurípides, Yocasta, al suicidarse, expresa su odio por Edipo, que no ha podido detener su cólera y devolver a su descendencia algo mejor de lo por él recibido.
La Yocasta de Sófocles, más reina que madre, parece regir su conducta por los mismo cánones que se aplican a Edipo: se da la justicia por su propia mano. Si decimos que prima su condición de reina sobre la de madre, es que aquí Yocasta atiende primordialmente a su papel público (el de reina) y desatiende su lugar como mujer.
Esta Yocasta no parece preocuparse por consolar a Edipo, ni tampoco la detiene el pensamiento de sus cuatro hijos. La identificación de Yocasta parece ser en este caso con un ieal “público” de virtud y justicia que le impide continuar viviendo, luego de haber cometido el crimen del incesto. Al mismo tiempo podemos decir que hay una “desidentificación” de su lugar de madre y esposa.
En cambio, para Eurípides, aquello que a Yocasta le resulta insoportable tolerar es que sus hijos se den recíprocamente la muerte, sin haberlos podido salvar de la maldición paterna.
La Yocasta de Eurípides se identifica con un ideal materno. Cuando se le repite la historia, deja de lado la pasividad para defender a los hijos. La función materna de conservación de la vida prevalece por encima de toda otra consideración. Podemos decir entonces que el ideal que defiende Yocasta tiene su anclaje en el sentimiento “privado” de misericordia.
Curiosamente, para ninguno de los dos autores, parece Edipo enojado con Yocasta, sino que se trata de una nefasta maldición de los dioses. Tampoco están los hijos enojados con Yocasta, pero sí lo están con Edipo. Parece claro que en ambas versiones es Edipo el transgresor por excelencia.
*****
Podríamos detectar en estas dos versiones del mito dos líneas de pensamiento:
- Una primera línea toma en cuenta el cumplimiento inexorable del oráculo trágico: Edipo ha cometido los dos crímenes primordiales -parricidio e incesto- y debe sufrir por ello, arrastrando a todos -Yocasta en primer término- en su castigo. Esta es la versión de Sófocles.
- Una segunda línea respondería a una vertiente que da al menos cabida a la esperanza: el oráculo se cumple y Edipo se revela incestuoso y parricida ; pero quizás la intervención de la figura femenina - Yocasta se suma su hija Antígona- pueda salvar a los descendientes de Edipo de la destrucción. Hay un intento de detener la inexorable tragedia.
Así los personajes de Eurípides parecen desdoblarse: son por una parte “juguetes del destino” y personajes movidos por hilos invisibles del drama inexorable; pero son también por otra parte personajes movidos por sus lealtades afectivas. En el caso de Yocasta, el amor por los hijos como sentimiento visceral prevalece por encima de la “razón de Estado” y también sobre la vergüenza que lleva a Yocasta al suicidio en el drama de Sófocles.
Yocasta, para Eurípides, es sobre todo una madre. Ha sobrevivido a la vergüenza por lo sufrido con Edipo, ahora se trata de salvar a sus hijos. Si puede salvar a sus hijos, si puede detener el combate, quizás pudiera revertirse la suerte. Pero los dioses han sido adversos: Yocasta llega tarde, los hijos agonizan, Y Yocasta se da muerte con la misma espada que ha causado la muerte de sus hijos.
Creo que merece la pena leer esta versión, distinta y no menos interesante....
Comentários:
Publicar un comentario